viernes, 9 de marzo de 2012

Bora Bora (Australia)

Aunque cada vez hay más turistas, la Polinesia Francesa sigue siendo, sin duda, el destino más paradisíaco del planeta.
Bora Bora, un tesoro exuberante presidido por dos impresionantes cimas, provoca una primera impresión difícil de olvidar. Contemple sus lagos azul turquesa desde la carretera de 30 kilómetros que rodea la isla. En este pequeño territorio se pueden realizar un sin fin de actividades. Sumérjase en el mundo acuático del Lagoonarium, el Centro de Buceo, el Jardín de Coral o la Zanja de las Rayas Leopardo. Después de un día lleno de actividad, deténgase a contemplar las maravillas del mar desde las sublimes alturas del monte Otemanu, a 700 metros, o disfrute de un paseo entre palmeras por Matira Point.

Visitar Bora Bora significa buscar tranquilidad absoluta, lejos de las voces, los gritos y la mala educación. El ambiente es extremadamente agradable, y el comportamiento de la gente, impecable.

Para llegar a Bora Bora desde cualquier punto del mundo, es necesario pasar primero por Tahití. Desde allí se toma un avión en el aeropuerto de Motu Mate, a unos 30 minutos de la región de Vaitape, pueblo que en conjunto con las regiones de Faanui y Anau deben ser visita obligada cuando nos encontremos en Bora Bora. Estando en la isla, también existen distintos safaris con jeep que conducen al interior de la isla y muestran toda la belleza interior de la Polinesia.