lunes, 26 de marzo de 2012

PEQUEÑA GUÍA DE COCINA INTERNACIONAL EN MADRID II

Después de tanto tiempo me decidi a seguir agregando restaurantes a nuestra guia de cocina internacional en madrid , le toca el turno a francia ,conocida por su espectacular gastronomia , de las más refinada y de las más elegantes en el arte de cocinar.

La Gastronomía de Francia se percibe generalmente desde fuera de Francia por la imagen dada a través de su alta cocina servida en lujosos restaurantes y por sus elevados precios.

Alguna de sus especialidades más conocidas son: Raclettes y Foundés (de la zona de los Alpes), de la zona próxima a Bélgica Carbonnade (carne estofada en cerveza) y Vichyssoise (Sopa fría de verduras), de Bretaña destacan los créppes, de Borgoña los escargots (caracoles), de Lorraine la Quiche del mismo nombre y de la zona suroeste el pato y las ocas, en magret, confit o foie.

Caripén (Plaza de la Marina Española)

Situado en un semisotano frente al Senado, muy cerca del Palacio Real, con encanto retro y servicio bromista y simpático de tono gay alocado. El restaurante se divide en dos salones abovedados con decoración similar. Ambiente íntimo, entre otras caras famosas, dicen que era frecuentado por el Príncipe Felipe en sus años de soltería, claro como le pillaba al lado de casa. El Caripén fue, antes que restaurante francés, el tablao de Lola Flores y Antonio González el Pescaílla. Sólo da cenas, pero las da hasta las 3 de la madrugada.

Mi consejo es que optes por sus platos estrellas, el magret de pato y los mejillones de roca, aunque su carta cuenta con más platos excelentes: el micuit de pato, el hígado fresco con vinagre de moras, la raya con salsa de mantequilla negra o las exquisitas pastas. Algo carillo, fácilmente os plantaréis en los 40 euros por barba, una opción para vuestras ocasiones especiales.

La Dame Noire (Calle de Pérez Galdós )

Situado por la zona de Chueca es otro restaurante de cocina francesa con una recargada decoración, que ellos definen algo así como "barroco kitsch", en la que predominan los dorados, rojos y azules, algún que otro motivo religioso y las telas floreadas. Iluminación tenue y velitas en las mesas dan a la sala cierto aire romántico. Los viernes y sábados se puede entrar a cenar hasta altas horas. La carta consiste en un menú de precio fijo a escoger entre un primero, un segundo y postre (20 Euros), algunos platos llevan suplemento; la bebida va aparte. Por destacar algo, el salmón al papillón, las brochetas de ternera y, sobre todo, sus mejillones a la crema.