lunes, 16 de julio de 2012

Pequeña Guía de Cocina Internacional en Madrid III

Continuando con la guía de cocina internacional en Madrid hoy le toca el turno a Belgica, la cocina belga comparte cierto parecido con la francesa, si bien posee platos típicos propios de notable calidad.

Entre ellos cabe destacar las famosas carbonadas flamencas, elaboradas con carne de ternera a la brasa aderezada con diferentes hierbas aromáticas como laurel y tomillo, y acompañada de cebolla, azúcar, vinagre y salsa de cerveza.

Pero si lo que se desea es degustar el plato nacional belga por excelencia, entonces habrá que decantarse por unos mejillones al vapor, acompañados de una jarra de espumosa cerveza.

Los chocolates son otro de los productos típicos de Bélgica.

El chocolate belga es negro, es decir, sin leche, con un sabor mucho más penetrante que el suizo.

La cerveza es sin duda la bebida más popular y de mayor consumo en el país.

La Lambic, elaborada con trigo y cebada, y la Trappist (la trapense), son las variedades más famosas y prestigiosas. De hecho, no existe ningún país que posea tantas variedades de cerveza como Bélgica, ya que en sus numerosas cervecerías se pueden encontrar cientos de clases de cervezas, incluso con sabor a frambuesa o cereza.

El Cafeeke
A un paso de la Plaza Mayor se encuentra este pequeño restaurante, cuyo nombre es "pequeño café" en flamenco, y que ofrece alguna especialidad belga y sobre todo una amplia oferta de cervezas del país como la Stella Artois y otras de alta graduación.

Su plato estrella son los mejillones al vapor, con mostaza o roquefort (15 E.), la otra especialidad típicamente belga son las croquetas de patata, de queso y, sobre todo, de cordero -bitterballen- (8,5 E.).

Al mediodía sirve un sencillo menú de sopa o ensalada, perrito belga con patatas o tortilla y bebida por 7,50 Euros, les aconsejo que prueben el perrito.

Con buen tiempo su pequeña terraza exterior es muy agradable, junto al arco de Cuchilleros que da entrada a la Plaza Mayor, y compartiendo espacio con su vecino "Las Cuevas de Luis Candelas".

Dentro una figura de Tintín da la bienvenida a un local pequeño, pero acogedor.

Como curiosidad, su propietaria es mexicana, pero había demasiada competencia en los restaurantes de su patria de origen, por lo que se decidió por la cocina belga.